(Por Vigilante Enfurecido) – Mis queridos gorrioncillos de la seguridad privada, que dice un señoro de cierta empresa de seguridad, famosa por sus tejemanejes y triquiñuelas, que en España necesitamos 10.000 vigilantes adicionales para proteger infraestructuras críticas. Lo dice un “experto” de corbata, uno de esos perfiles sin experiencia real en seguridad privada, que salen de debajo de una piedra cada vez que el sector necesita un salvador con traje caro y cero noches en una garita. ¿10.000 más?. Estupendo. Así podremos repartir mejor las horas extras impagadas, los derechos laborales inexistentes y los sindicalistas subvencionados. Porque, total, ¿qué es lo que falta en la seguridad privada?. Exacto: vigilantes. Y, sobre todo, dignidad.
¿Huelga con 100% de servicios mínimos?
(Por Vigilante Enfurecido) – Mis queridos gorrioncillos, en España hemos reinventado la huelga: los vigilantes del aeropuerto de Madrid podrán protestar… trabajando como siempre. El Gobierno lo llama “servicios mínimos”, pero en realidad es un servicio máximo con bozal incorporado. Si la Constitución reconoce el derecho a la huelga, aquí se ha reducido a un derecho decorativo, de postal, algo que se puede enmarcar pero jamás ejercer. Porque claro, ¿qué sería de un país sin vuelos low cost pero con trabajadores con derechos?. Porque claro, es que lo “esencial” en este país no es que los vigilantes de seguridad trabajen con condiciones dignas, sino que ningún turista pierda su vuelo a Londres o que el duty free siga despachando botellas de whisky a precio de oro. El Estado se apresura a blindar la terminal como si fuese Fort Knox, no para proteger a los trabajadores, sino para que la cola del embarque fluya y nadie se acuerde de que hay una huelga. Huelga sí, pero invisible. Un derecho convertido en atrezo, una protesta reducida a nota a pie de página, porque aquí el único derecho fundamental que parece intocable es el de volar barato mientras otros sudan la camiseta bajo la etiqueta de “servicios mínimos del 100 %”.
Polémica en el Día de la Seguridad Privada: reconocimiento equivocado, dignidad comprometida
(Por Jose Antonio Domínguez Silgado) – El 18 de septiembre, durante la celebración del Día de la Seguridad Privada en la Comunidad Valenciana (Universidad CEU San Pablo, Valencia), se vivió un momento que aquellos vigilantes habilitados nunca esperaron presenciar. Un día pensado para reconocer la labor profesional de quienes están habilitados por el Ministerio del Interior terminó empañado por una decisión que generó malestar e incredulidad: la Policía Nacional entregó menciones honoríficas a auxiliares de servicios de empresas de seguridad.
No somos policías frustrados; somos vigilantes frustrados
(Por litoironside) – Claro que no, no soy policía. Soy vigilante de seguridad: la primera línea de intervención en una situación de caos. Cuando esto ocurre, siento el mismo miedo que cualquiera, pero la diferencia es que yo debo correr hacia el peligro mientras tú huyes de él. No puedo permitir que el miedo pueda conmigo, porque si algún día pasa eso, me quitaré mi placa y me despediré de mis compañeros y de esta profesión que llevo en el corazón.
Seguridad para Todos: el podcast de los profesionales de la seguridad privada
(Por Jose Antonio Domínguez Silgado) – La seguridad privada en España es un sector esencial pero muchas veces invisible. Detrás de cada turno nocturno, de cada control de accesos o de cada servicio de vigilancia, hay profesionales que sostienen la tranquilidad de miles de personas sin recibir siempre el reconocimiento que merecen. Con esa idea nace “Seguridad para Todos”, el nuevo podcast de seguridad privada pensado por y para los vigilantes de seguridad y todos los profesionales del sector. Un espacio donde la voz de quienes protegen a diario se convierte en protagonistas.
Huelga en Barajas: el pulso de los Vigilantes ante la precariedad laboral
(Por SoySeguridadPrivada) – La huelga indefinida iniciada por los Vigilantes de Seguridad del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, empleados por la empresa Sureste Seguridad, ha encendido las alarmas en el sector. No solo por el impacto operativo en uno de los principales nodos aeroportuarios de Europa, sino por lo que representa: un nuevo capítulo en la lucha por la dignidad laboral de los profesionales de la seguridad privada.