(Por Civilis Securitatis) – Mucho se ha hablado sobre la dotación de los vigilantes de seguridad, muchas son las opiniones sobre la insuficiencia de los medios que disponemos en nuestro servicio. Lo que está claro es que la legislación entiende como dotación de forma genérica la defensa y los grilletes de manilla. Pero eso no quita que podamos complementar esta dotación con otros elementos que a lo largo de la experiencia profesional han demostrado su utilidad.
A mi criterio (totalmente discutible) la dotación no es una limitación de por si, existen casos (muchos) que a pesar de poseer una dotación «mejor» compañeros han sufrido consecuencias nefastas con un alto índice de perturbación por llevar una «dotación mejor». Esto significa que, no es la dotación sino es como la utilizamos. No significa que esté a favor o en contra de una «mejora» en nuestra dotación, lo que si es cierto a partir de la experiencia de muchos es que las formaciones deben garantizar enseñarnos como utilizarla de forma práctica.
Recursos materiales:
La ley 5/2014 nos dice que la dotación del vigilante de seguridad es la defensa de 50 centímetros, goma semirrígida y los grilletes de manilla (refiriéndose manilla a la zona de inmovilización más que a la unión entre los dos aros). Pero hay servicios que por sus características ya sea por parte de las empresas (de forma obligatoria) al de los propios vigilantes añaden «gadgets» a sus cinturones o a las mochilas, elementos que nos puedan ser de utilidad durante el desempeño de nuestras funciones.
Cuando empecé con esto de la seguridad en mi primer servicio solo portaba los grilletes y la defensa, pero a partir de los diferentes servicios que fui realizando vi necesario la implementación de nuevas herramientas, no deja de ser una inversión. Podemos decir que no tenemos el «por qué» comprar estos elementos y que son las empresas quienes deben facilitarlo, algo similar ocurre en la policía, muchos agentes a partir de las necesidades que ellos necesitan cubrir en sus servicios para su seguridad invierten en herramientas que la administración no cubre.
Aquí os dejo una lista de los elementos materiales que a día de hoy utilizo por su utilidad «todo lo que llevo es porque lo he necesitado alguna vez y no lo tuve».
Linterna: Esencial, aunque la empresa nos facilite la linterna en el servicio el múltiple uso causa que no sea operativa, ya sea por el desgaste o por la incomodidad de no tener un continente para portarla adaptado a ella. Es recomendable que sea de gran potencia, su uso en las inspecciones oculares e intervenciones han marcado la diferencias en servicios que hemos realizado. En cuanto a como llevarla se recomienda un continente que facilite su extracción, no sea incómodo e incluso facilite la iluminación sin tener que portarla con las manos.
Guantes anti-corte: En gran cantidad de servicios los guantes anti-corte son obligatorios. Ya sea para las intervenciones como para evitar en servicios de obra cortarnos con elementos inciso-punzantes.
Pouche: O bolsito táctico en nuestro lenguaje para evitar llevar peso en los bolsillos, portar guantes de látex o en mi caso gafas tácticas anti-contusión en las intervenciones.
Portallave: Como bien dice la palabra su uso es imprescindible para portar la llave de los grilletes, no solo cumplir con la función de portarla sino de ocultarla a simple vista.
Torniquete: Muchos agentes policiales han hecho la inversión de implantar a su cinto este elemento, se recomienda (indispensablemente) hacer el curso de agente hemo-estático o personal TECC para su correcto uso. Recordemos que las hemorragias arteriales (para las que está creado) no solo son causadas por heridas de proyectil o arma blanca, existen casos de accidentes o caídas en desnivel que han causado estas heridas, o el ataque de jabalí en los compañeros de la guardería rural.
Silbato: El primer servicio en ferrocarriles o grandes áreas me hizo comprender la necesidad de tener uno, también para los casos de accidentes de tráfico en las instalaciones que disponen de zonas de aparcamiento, evacuaciones de grandes recintos etc.
Como he mencionado no es solo lo que llevamos sino como lo utilizamos, el recurso psicológico del profesional influye directamente en como se utiliza la herramienta, de hecho los recursos psicológicos son de por si también nuestra dotación «el como lo utilizamos» pero esto ya es harina de otra publicación.