(Por Jose Antonio Domínguez Silgado) – En el ámbito de la seguridad privada, pocos sectores son tan cruciales como el aeroportuario. Los vigilantes de seguridad que trabajan en los aeropuertos desempeñan un papel vital en la protección de millones de pasajeros y en la salvaguardia de infraestructuras críticas. Sin embargo, surge una pregunta que ha ganado relevancia en los últimos tiempos: ¿están estos servicios aeroportuarios operando bajo un modelo de cortijo privado, impulsado por AENA y AESA, donde las condiciones laborales y la exigencia de formación especializada crean un entorno de explotación?.
negociación
Firmado el atraco sindical para los próximos cuatro años
(Por SoySeguridadPrivada) – Finalmente, e ignorando el clamor popular que les pedía no hacerlo, los tres sindicatos del tridente (UGT, CCOO y USO) han firmado de manera sumisa y sin luchar por mejorar nada de verdad, el nuevo Convenio Colectivo de Seguridad Privada para los próximos cuatro años que les ha puesto por delante la patronal. No diremos nada al respecto porque ya sabéis nuestra opinion, pero queremos escuchar lo que queréis decir, y para ello dejamos abierto el formulario de comentarios para que puedas expresar tu opinión con total libertad y sin censura.
Casi el 90% de los Vigilantes dicen NO a la firma del nuevo convenio de seguridad privada
(Por SoySeguridadPrivada) – En una encuesta on-line realizada desde la Plataforma de Seguridad Privada el 87% de las respuestas se han mostrado no conformes con la próxima firma que presuntamente se formalizará el próximo día 15 de octubre del nuevo Convenio de Seguridad Privada para los próximos cuatro años. Cerca de 900 Vigilantes han mostrado así su total negativa a aceptar el resultado de la negociación entre los sindicatos del tridente (CCOO, UGT, USO) y la patronal de Aproser y Asecots, una negociación que ha mostrado luces y sombras denunciadas por el sindicato Alternativa Sindical. Si quieres participar en esta encuesta antes de su cierre, puedes hacerlo desde enlace.
El enemigo está dentro
(Por Vigilante Enfurecido) – Hoy, 23 de septiembre, me ha quedado claro de quién es la responsabilidad de nuestros sueldos precarios, de nuestras penosas condiciones laborales, y de nuestra ruina de profesión. No estoy hablando de la patronal, porque al menos estos, siempre han sido sinceros en sus pretensiones de explotación y sacarnos hasta los higadillos. Tampoco hablo del Ministerio del Interior, para quien representamos esa policía barata a la que le puede endiñar sin rechistar un 90% de servicios mínimos cuando pidamos una huelga.
Salario o bofetón
(Por Vigilante Enfurecido) – Amijos, este mundo se va directo a la mierda. Nos espera un otoño-invierno calentito a todos los niveles, tanto político, como social e internacional. Y los empresarios del sector de la seguridad privada, los mismos que manejan los millones, creen que todavía podemos ser un poco más gilipollas de lo que ya somos, y pretenden seguir quitando sueldo y derechos a sus trabajadores. Y estos, lejos de ponerse de acuerdo para reivindicar lo suyo, empiezan a tirarse los trastos a la cabeza. Meteorito, hazme un favor, ven, y acaba ya con todo.
Ha llegado la hora
(Por Vigilante Enfurecido) – El vídeo de un anciano vestido con uniforme de vigilante de seguridad, renqueante y con dificultades para mantener el equilibrio, ha generado una gran impacto y polémica en redes sociales, pero es la viva imagen del futuro que espera a todos aquellos que se dedican a la seguridad privada. Es la hora de cambiar las cosas. Esto no puede seguir así. Ha comenzado el paripé de la nueva negociación del Convenio Colectivo de Seguridad Privada 2023, y a través de VigilantesSeguridadPrivada.es se ha emitido un comunicado en el que se anima a la movilización general para exigir a los sindicatos de clase y a la patronal que, antes de su mariscada final, pacten unas condiciones dignas tanto en sueldo, como en derechos laborales. Se rumorea que esta vez se va a pactar una mejora salarial de (con suerte) un 5%, y teniendo en cuenta que el IPC de 2022 ya ha subido casi un 11%, esto representaría una perdida de poder adquisitivo de otro 6% más, que habría que sumar al 30% de sueldo perdido en los convenios de los últimos 25 años.