(Por Vigilante Enfurecido) – Hoy, 23 de septiembre, me ha quedado claro de quién es la responsabilidad de nuestros sueldos precarios, de nuestras penosas condiciones laborales, y de nuestra ruina de profesión. No estoy hablando de la patronal, porque al menos estos, siempre han sido sinceros en sus pretensiones de explotación y sacarnos hasta los higadillos. Tampoco hablo del Ministerio del Interior, para quien representamos esa policía barata a la que le puede endiñar sin rechistar un 90% de servicios mínimos cuando pidamos una huelga.