(Por Jose Antonio Domínguez Silgado) – Los vigilantes de seguridad enfrentan numerosos desafíos en su trabajo hoy en día, muchos de los cuales se han intensificado debido a cambios en la sociedad, la tecnología y el entorno laboral. A continuación se describen algunos de los principales desafíos actuales:
derechos
Por un puñado de centimos
(Por Juan Carlos Martínez Cazorla) – A pesar de que la esclavitud fue abolida hace muchos años, a pesar de que nuestros abuelos y padres se partieron el lomo trabajando, luchando y consolidando mejoras laborales… nosotros estamos lapidando los bonus conseguidos, estamos siendo víctimas de una herencia dejada por unos sindicatos mayoritarios, mal llamados LOS GRANDES, negociadores de convenios serviciales y a la carta según el gusto de la patronal durante décadas, siendo tan miserables y mezquinos que solo buscan consolidar sus posaderas en las poltronas personales.
Salario o bofetón
(Por Vigilante Enfurecido) – Amijos, este mundo se va directo a la mierda. Nos espera un otoño-invierno calentito a todos los niveles, tanto político, como social e internacional. Y los empresarios del sector de la seguridad privada, los mismos que manejan los millones, creen que todavía podemos ser un poco más gilipollas de lo que ya somos, y pretenden seguir quitando sueldo y derechos a sus trabajadores. Y estos, lejos de ponerse de acuerdo para reivindicar lo suyo, empiezan a tirarse los trastos a la cabeza. Meteorito, hazme un favor, ven, y acaba ya con todo.
El Vigilante de Infanteria
(Por Carlos Mármol Ballesta) – Queridos lectores, tras la mano de hostias que nos dieron a mi compañero (gracias Ismael por marcar la diferencia) y a mí el domingo por la mañana permítanme ustedes hacerles una confidencia: Los vigilantes, técnicamente, también somos seres humanos, pensantes y dolientes. Tenemos pasiones y desgracias, vamos a comprar al súper, se nos quema la tortilla y a veces nos rompen el corazón. Más o menos igual que a cualquier mortal.