Primeros auxilios ante una situación de emergencia

(Por SoySeguridadPrivada) – Si la población estuviese al tanto de las técnicas de primeros auxilios se reducirían drásticamente los índices de mortalidad de los accidentes en el hogar, en el trabajo o en la carretera. En este artículo vamos a dar un repaso a los primeros auxilios ante una hipotética situación de emergencia crítica con heridos. Algo fundamental en el sector de la Seguridad Privada.

Son multitud las situaciones en las que la salud de una persona puede verse afectada, pero unas pocas las que requieran de primeros auxilios. Hemorragias, asfixias o traumatismos son catalogadas como «peligrosas» y donde existe un peligro de muerte real.

Ante alguna de estas situaciones críticas lo primero que se aconseja es activar al servicio de emergencia mediante las siglas conocidas como P.A.S, que son las tres primeras medidas a tener en cuenta para atender a los heridos.

1-Proteger: Comprobar que la zona donde está el herido es segura.

2-Avisar: Avisar al 112 en cuanto sea posible.

3-Socorrer: Tras proteger al herido y haber dado aviso al 112, comenzar con las maniobras de primeros auxilios manteniendo la calma todo lo que sea posible.

Si nos encontramos ante una hemorragia externa, se recomienda comprimir directamente la herida con unos guantes, tela limpia o una compresa. Intentar mantener en alto la parte de la herida reduce la hemorragia y la presión de la sangre. Si la herida se encuentra en un brazo o pierna lo ideal es elevarlo por encima del nivel del corazón. 

En caso de una hemorragia interna, hay que vigilar al herido posibles signos de colapso: palidez, sed, ansiedad, frío o taquicardia. Si este es el caso, hay que tumbarlo horizontalmente, tranquilizarlo y abrigarlo.

 

Si estamos ante un caso de asfixia, esta puede haberse producido por atragantamiento por un alimento difícil de digerir. Si vemos claros síntomas de asfixia con falta de respiración, se debe proceder de inmediato con la maniobra de Heimlich.

 

1-Sitúese detrás de la víctima y ponga los brazos alrededor de su cintura.

 

2-Ajuste el puño con el pulgar hacia adentro, por encima del ombligo, y con su otra mano agarre firmemente el puño.

 

3-Apriete el puño con fuerza hacia arriba y hacia adentro. Esta acción debería aumentar la presión en la vía respiratoria por detrás del objeto obstruido en la tráquea y forzarlo a ser expulsado.

Si nos encontramos ante una persona inconsciente hay que comprobar signos vitales como latidos cardiacos y respiración y si no responde proceder a la conocida como RCP (aviso, insuflación y presión).

1-Aviso: la persona inconsciente no reacciona ante los golpes y gritos. Hay que llamar al teléfono de emergencias y dar aviso inmediato para que envíen ayuda.

2-Insuflación: Se coloca al inconsciente boca arriba. Nos arrodillamos a su lado y ponemos nuestro oído junto a su boca para comprobar si respira. Si hay respiración, colocar su cabeza en posición lateral de seguridad para facilitar. Si no respira, mantener la cabeza sujetada y con dedos índice y pulgar de la mano tapone la nariz. Cubra su boca con la suya y sople hasta que se eleve el pecho dos veces.

3-Presión: Si la persona inconsciente comienza a respirar colocarla de lado. Si sigue sin respirar, hay que poner ambas manos una sobre otra en el pecho y presionar con fuerza sin doblar los codos 30 veces. El abdomen debe descender varios centímetros.

Con estas acciones se puede salvar a una persona en situación crítica, pero siempre es mucho más importante la llamada urgente a los servicios de emergencia que sabrán desenvolverse ante las complicaciones médicas que puedan surgir.

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