(Por Iván Cordobín) – Nota previa: La seguridad en las calles públicas corre a cargo de las propias personas que deben practicarla. El comportamiento civico de las personas cuando están de fiesta, es una tarea pendiente para esta sociedad.
Ayer, aparcando el trabajo del Gym por un momento después de volver del evento de Muay Thai Zaragoza, me puse el uniforme de Vigilante de Seguridad para ayudar a un amigo que se porta genial con las personas que le rodean. El evento en cuestión eran unas carpas mediante el acceso a un recinto, y que disponían de música y dj que montaba el Ayuntamiento de su pueblo (Autol).
Primero decir que la Organización estuvo de 10. Ya que fueron los que contrataron los medios con los que se evitó la mayor catástrofe de la historia en La Rioja. Y que esta situación de debió a la cabezonería de entrar por la fuerza de un grupo de personas que carecen de empatía alguna por los demás. No se cobraba entrada, y era un evento para el disfrute de las personas del pueblo por las fiestas de San Blas.
De aforo, la carpa disponía de 1200 personas. Una vez se llegó a las 1150, estuvimos frenando la rapidez con la que accedían a la carpa desde la calle. Desde la puerta acceso al recinto, se empezaron a aglomerar personas en pendiente negativa hacia la valla de acceso al interior de la carpa.
Tanto es así, que tuvimos que contener un cumulo de 150 personas empujando con pendiente a su favor, para que las personas del interior no se viesen aplastadas por la entrada masiva de estas personas que empujaba sin cerebro ninguno. Estábamos 7 personas de Staff y yo. Sujetamos las vallas metálicas tanto tiempo como pudimos.
Ya que cada segundo que pasaba, generaba, que las personas que querían acceder al interior se dispersasen por los laterales de fuera de la carpa a los callejones que se formaban al aire libre entre la carpa y las paredes del interior del recinto que no disponía de techo.
Conseguimos eliminar gran presión con las personas que quedaron en el callejón como forma de espacio abierto y seguro, pero seguía habiendo 1150 personas dentro, y al menos seguían empujando 80 de ellas.
Algunas vallas metálicas cedieron, rompiéndose y doblándose los barrotes metálicos de los que disponen, por los cuales podíamos contener esa masificación que provenía desde la calle y que nos empujaba. Las 8 personas que estábamos cubriendo los aproximadamente 3 metros de entrada, nos vimos desprovistos de la valla que hacia de muro de contención bajo nuestro empuje.
Teníamos en nuestras manos las vidas tanto de las personas que había dentro de la carpa, como de las de fuera. Obviamente también las nuestras. Si tiran la carpa abajo, los que no hubiesen muerto escachados, hubieran muerto asfixiados por la lona. Cada segundo que aguantamos, era un número importante de personas menos.
Me arrancaron hasta la placa del uniforme. Cedimos la entrada, habiendo quedado muchas personas en las zonas seguras del exterior de la carpa, aunque dentro del recinto, en el callejón. Conseguimos formar una barrera humana, empujando y subiendo la cuesta hasta el portón de grandes barrotes que da a la calle.
Cada persona que llevamos hacia arriba subiendo la rampa, otro aliento de vida para los de adentro. Logrando cerrar un gran portón metálico que daba acceso a una de las calles del pueblo, la cual, en principio, en circunstancias normales, debiera ser segura. Empezaron a aglutinarse en la calle, forzando el portón de entrada. Se había llamado a la Guardia Civil para que se personase. Ya que había otras 70 personas fuera empujando, y el aforo se había completado. El cierre del portón reventó por la presión de esas 70 personas.
Sujetamos el portón, e intentamos hacer salir a las personas del interior para descongestionar el recinto, ya que estaba en máximos de aforo tanto en interior, como exterior de dentro del recinto. Llegaron las patrullas de la Guardia Civil, las cuales, se vieron con muy serias dificultades para llegar hasta el acceso que cubríamos en el portón como punto de salida de personas, en el cual, se aglomeraba más y más personas en la calle. Una vez dentro las patrullas, establecimos prioridades. Las cuales fueron contener la entrada de las personas de la calle, por encontrarse estas en un lugar seguro (aunque apelotonados). Y dar salida poco a poco a las personas que estaban dentro, para poder dejar entrar a las de la calle, sin que las de dentro de la carpa pudiesen sufrir una avalancha.
Me comunique por radio con ellos, y les dije: Chicos, mirad bien a las personas que están detrás del portón, concretamente a la que tenéis cada uno en frente. Miradlas bien, porque somos lo único que tienen en estos momentos. Si este portón cede, las personas que están en esta primera fila, en la calle y detrás del portón, van a pagar las consecuencias de los que estan empujándoles desde atrás. Les pasarán por encima aplastándolas, así que por favor, cuando abramos para dejar pasar al interior del recinto, sujetad la puerta porque van a empujar, y van a empujar mucho.
Procedimos a hacerlo, siendo esta la 2ª avalancha que logramos contener, esta vez sin riesgo para los del interior de la carpa. Mi más enorme gratitud a los miembros de Staff y a la Guardia Civil, ya que ayer, se salvaron vidas.
Y algún iluminado preocupado porque no se permitía acceso de alcohol del exterior. Olvidándose por completo de que el botellón está prohibido. Más me preocupo yo por su falta de civilización y materia gris. Si esas personas que se aglomeraban en la calle hubiesen reventado el portón que en ocasiones se nos venia encima y estábamos sujetando, hoy hubiésemos contado muy seguramente con perdidas humanas. Recordad que estaban empujando desde la calle hacia el interior del recinto. Y que el recinto permaneció seguro gracias a las acciones que se llevaron a cabo por el personal que se prestó a ello.
Recordad que estaban empujando desde la vía pública al interior, y se logró contener tanto aforos, como graves consecuencias para las personas. La organización no se hace responsable de lo que ocurre en la calle. Lo adelanto por si a algún otro “vela”, le da por hacer un comentario referente a las personas que lo organizaron, en la misma dirección que a indicado el “iluminao” que se ha olvidado de que esta prohibido hacer botellón en la calle, y por ende, en la carpa.
La persona que está detrás de esa Organización, trata a cada uno de los que trabajan en esos eventos mejor que bien. Y es uno de los motivos por los que puede contar conmigo para estar en su equipo de seguridad aunque hoy por hoy no me dedique plenamente a ello y si a disfrutar del deporte en mi gimnasio. Se esfuerza por dar al público lo mejor. Y ofrece con sus ganas e ilusión a los mejores artistas de la nación. Y os los trae aquí, a vuestra casa. Con los mejores deseos. Para que disfrutéis después de haber sufrido tanto tiempo encerrados en vuestras casas. Os brinda alegrías. Es querido por todos. Y ni yo, ni su equipo, vamos a permitir que los que disfrutan de esas alegrías en sus eventos se vean perjudicados por 4 vándalos. ¿A ver si va a ser que los que vamos al Gimnasio somos los que entrenamos el cerebro un poquito también en esta ocasión?)
Objetivos: -Daños humanos = 0 –Cumplimiento de aforo máximo y seguridad inherente: 100%.
(Iván Cordobín es Vigilante de Seguridad y experto en artes marciales).
Perfecto, no hay nada como una crisis real, para que se actualicen riesgos en actos posteriores, y se dote de recursos adecuados.
Lo malo, es que no hubo daños, o éstos fueron de escasa entidad, quizás el análisis de riesgos, no valore una dotación adecuada, para recortar gastos.