(Por SoySeguridadPrivada) – Hace unas semanas, ADN Sindical de Seguridad y Servicios de Cataluña y la polémica empresa Desokupa anunciaban un acuerdo para formar en defensa policial a vigilantes de seguridad. Pero no habían terminado de sacarse la foto cuando la Gener15alitat, cual director de orquesta, decidió intervenir. Tras una charla con el Departamento de Interior, el acuerdo ha quedado en humo. ¿Verbal?. ¿Formal?. Da igual, hacemos un cordón sanitario y se acabó.
El combo ADN-Desokupa levantó ampollas desde el principio, sobre todo entre los «comuns», que vieron en la empresa dirigida por Dani Esteve una amenaza para la ética laboral. Desokupa, conocida por sus métodos expeditivos en desalojos, parece despertar alergias institucionales. La orden fue clara: ni un curso, ni una técnica. ¡Aquí solo Interior decide quién enseña a repartir porrazos!.
El sueño de los vigilantes de aprender defensa personal policial con un toque “Desokupiano” se quedó en eso: un sueño. Esas formaciones no serán oficiales ni reconocidas, y el supuesto preacuerdo quedó en nada. ADN se encuentra ahora entre la espada de la opinión de los Vigilantes y la pared de Interior, sin saber si dieron un paso en falso o simplemente se les adelantaron en la jugada.
Interior promete formaciones alternativas, pero ¿no será esto una jugada más de control?. ¿Porqué no se hizo antes?. ¿Cuáles son esas formaciones «alternativas» en defensa policial?. ¿Para cuándo?. ¿Donde?. Parece que en Cataluña ser demasiado proactivo en seguridad privada equivale a jugar con fuego. El mensaje es claro: nada de colaboraciones incómodas con empresas «non gratas». Aquí se forman vigilantes al estilo institucional, sin aventuras extraoficiales que molesten a los de arriba.
En esta tragicomedia, los que salen perdiendo, para variar, son los vigilantes de seguridad. ¿Querían cursos que ampliaran su currículum?. Pues tendrán que conformarse con lo que disponga Interior. La seguridad privada en España sigue moviéndose al ritmo de la burocracia, y los sindicatos se ven obligados a retroceder con cada zancadilla política.
Este es otro episodio más de la telenovela entre autoridades y seguridad privada, donde cada intento de autonomía se aplasta con fuerza institucional. ADN ha aprendido la lección: soñar está permitido, pero solo si tienes el permiso de Interior. Y mientras tanto, los vigilantes seguirán haciendo malabares con lo que puedan, soñando con cursos de 20 horas que no pasarán del PowerPoint.
