(Por SoySeguridadPrivada) – En un sorprendente giro de los acontecimientos, un sindicato de la Policía Nacional y otro del sector de la seguridad privada han decidido firmar un convenio de colaboración con el Club Desokupa para recibir formación en defensa personal. Sí, has leído bien. La policía y la seguridad privada han encontrado en el club del polémico Daniel Esteve el lugar perfecto para aprender a lidiar con las crecientes agresiones que sufren en su trabajo diario.
Los cursos, que no han tardado en generar polémica, están centrados en la lucha callejera. Y es que, en tiempos donde las películas de artes marciales parecen haber cobrado vida, la policía española necesita estar a la altura. Por supuesto, la formación no será impartida por presuntos «matones» de Desokupa, sino por policías, guardias civiles y ertzainas en activo. Al menos, eso es lo que aseguran desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), quienes parecen estar tan preocupados por la imagen pública como por el filo de los cuchillos (THE OBJECTIVE).
La decisión de unirse al club Desokupa, que muchos asocian con la palabra «nazi» más que con «entrenador», parece haber sido impulsada por la frustración por la fragante inacción y buenismo de los gobiernos progresistas ante el escandaloso aumento de la inseguridad. Después de todo, cuando los despachos del ministerio están más ocupados organizando marchas y redactando comunicados que protegiendo a sus propios agentes, ¿quién puede culpar a los policías por buscar su propio «karate kid«? (El País) (THE OBJECTIVE).
Como era de esperarse, al Ministerio del Interior no le ha hecho ninguna gracia el convenio. Aparentemente, hay discusiones sobre la retirada de subvenciones al SUP y la posible no validación de los cursos para la carrera policial. Pero, seamos sinceros, para algunos policías, la relación con el ministro Grande-Marlaska no es precisamente la más amistosa. Así que, si el Gobierno decide no reconocer el curso, muchos agentes y vigilantes podrían responder con un simple: «mejor, así evitamos su progre-burocracia».
Daniel Esteve, el cerebro detrás de Desokupa, asegura que no hubo presión alguna para firmar este convenio. Es más, nos recuerda que el uso del nombre «Desokupa» en esta historia es pura estrategia de marketing. Después de todo, nada vende más que un nombre controvertido. Y si el acuerdo genera un poco de polémica, ¿a quién le importa? Para Esteve, esto solo amplía su lista de espera para los cursos, que ya cuentan con más de 4.000 inscritos.
El tiempo dirá si este movimiento ayudará a una mejora en la seguridad pública o si se convertirá en otro capítulo curioso en la historia de la formación policial en España. Pero una cosa es segura: el sector de la seguridad privada, siempre en busca de innovación, estará observando de cerca. Así que, mientras algunos se rasgan las vestiduras por la relación entre la policía, Interior y Desokupa, otros se van a preparar para defenderse, con la esperanza de que el entrenamiento en este club tan comentado los haga más efectivos en su labor.