(Por Jose Antonio Domínguez Silgado) – Queridos compañeros y héroes del 11-M: Hoy me dirijo a ustedes con un corazón rebosante de gratitud y con un profundo respeto por la valentía y el sacrificio que demostraron en uno de los días más oscuros de nuestra historia. El 11 de marzo de 2004, Madrid fue sacudida por una tragedia inimaginable, pero en medio del caos y el dolor, surgieron héroes como ustedes.