(Por Civilis Securitatis) – La función de la ronda es realizar una inspección visual de la instalación que no debe resumirse a su interior. Tanto el perímetro exterior como el interior y finalmente el interior, sus medios en materia de seguridad (cierres, extintores de incendio…) y verificar mediante la ronda las características de dichos medios y cómo utilizarlos en funciones de seguridad tanto preventiva como en caso de detección y reacción.
La vigilancia va enfocada a prevenir posibles actos antisociales y todas las conductas que ello conlleva. Cambio de posición frecuente en puntos donde el exterior sea ampliamente visible o fácil acceso, zonas donde el vallado es vulnerable a causa de estructuras en los exteriores colindantes al vallado perimetral, encender luces en un punto visible desde el exterior no permaneciendo en este punto, visualizar el exterior desde otro punto donde no haya visualización por parte del exterior al interior pero sí del interior al exterior, acceder a la barrera estructural por un lado pero salir por otro distinto en un tiempo aleatorio. Permanencias estáticas en diferentes puntos (más vulnerables) durante intervalos de tiempo aleatorio no superiores a 20 minutos.
Como ven es importante la realización de esta metodología para el ejercicio de nuestras funciones sin dejar que la pasividad invada nuestro deber como personal de seguridad. No solo nos debemos de guiar del tiempo como un factor de experiencia cuando la rutina causa pasividad en nuestras funciones por eso en el RD23/64 en su artículo 73 nos habla de la diligencia.
Artículo 73. Diligencia: Los vigilantes habrán de actuar con la iniciativa y resolución que las circunstancias requieran, evitando la inhibición o pasividad en el servicio y no pudiendo negarse, sin causa que lo justifique, a prestar aquellos que se ajusten a las funciones propias del cargo, de acuerdo con las disposiciones