(Por Fenix88) – Partiendo de la situación en la que estábamos a principios de año los vigilantes de seguridad, en este gremio profesional nunca aprendemos de los errores como colectivo y para más inri, los problemas nunca vienen solos. Empezamos el mes de marzo de 2020 con la salida del fundador de ARSEPRI, el señor José Miguel Segovia, de la asociación profesional que estaba ilusionando a miles de vigilantes en activo en el país.
Dicha salida fue justificada el día 15 de abril por el señor Segovia, cuyo alias en redes sociales es TOIVOTAN SG, mediante la siguiente publicación en su canal de facebook siguiente: “LA JUNTA DIRECTIVA y parte de los portavoces, no estaban de acuerdo en las formas con las que yo tenía de actuar y nos bloquearon a Jota y a mi (dos de los 3 fundadores, podéis sacar conclusiones) bloquearon. Repito: NOS BLOQUEARON”
Como no podía ser de otra manera, las luchas de poder y las disensiones internas, en una Asociación Profesional que ya de por sí no dejaba claro cuál era su propósito más allá de “dignificación del sector”, han acabado diezmando la cúpula de la organización, a la que por otro lado, nunca hemos votado los asociados. Sobre esto, Toivotan publicó con fecha 22 de febrero un video explicativo sobre ello en Youtube que ha sido eliminado por motivos que desconozco, pero que todos podemos llegar a imaginar… El caso es que como era de esperar, Toivotan SG anunció hace unos días que había creado la Plataforma de Seguridad Privada… Más división, más feudos, más medallitas, sin comentarios…

Cabe destacar que desde la creación de Arsepri, como respuesta a unas organizaciones sindicales vendidas a la patronal que no hacen más que perjudicarnos y retrasar la aprobación de los convenios colectivos, algunos nos habíamos ilusionado con la aparición de una asociación que pudiera ser la base para cambios a largo plazo. Aunque no era nada revolucionario, podía unirnos a todos los profesionales y ser el punto de partida de algo más tras un proceso de maduración, al menos yo lo vi así y por ello me afilié a la asociación y he intentado poner mi grano de arena a través de sus redes sociales todo este tiempo.
Sin embargo, la falta de organización, la falta de establecimiento de objetivos claros, de dar poder de votación a los afiliados, de seguir una hoja de ruta seria (entrar en temas de reivindicación laboral ya sería una quimera), me ha desilusionado mucho, a la sazón, rematada por las peleas en la cúpula de la asociación profesional por parte de unos “popes” que estoy convencido de que no saben hacer la “o” con un canuto, tan sólo buscan poder y llenar su baja autoestima provocada por traumas y frustraciones en su infancia que actualmente reproducen al mundo, durante su etapa adulta, en forma de miseria.
Es triste reconocer que con todos los problemas que tenemos en esta profesión, las energías de muchos de los profesionales (en su tiempo libre) se ven canalizadas en estos grupos de seguridad privada de las redes sociales y chats de mensajería instantánea, siempre dirigidos por sus fundadores y se limitan a actuar como foros de redes sociales donde, a menudo, se responden a las preguntas que formulan los intervinientes y que resolvería sin problemas cualquier delegado sindical o persona que se haya molestado en leerse las 92 páginas del Convenio Colectivo Estatal de Seguridad Privada.
Vamos, frecuentemente se trata de comodidad, por parte de un rebaño al que le encanta participar para ser escuchado (algo de lo que por desgracia, carecen en las empresas donde realizan sus funciones). A mi modo de ver, sin duda, se trata de reuniones sociales virtuales donde se reproducen por escrito, más a menudo de los que muchos quisiéramos reconocer, conversaciones propias de casino y de lavanderías. Tal es el nivel de interés de muchos y muchas en su profesión, que les es más cómodo preguntar en estos foros, antes de molestarse en abrir el “pdf” de convenio y presionar las teclas “control” más “f” para buscar palabras clave. Creo que sobran más explicaciones.

Dicho lo anterior y ya puestos en materia, no quisiera dejar de mencionar uno de los grupos más conocidos en facebook, “Grupo Seguridad Privada”, el cual, todo sea dicho, es copiado y compartido por muchos otros grupos y en ocasiones plagiado, fijaos el “nivelazo” que hay, es para mear y no echar gota. Cabe decir que el Administrador del grupo es delegado sindical y se nota que tiene kilómetros hechos en la profesión, a mí en su momento me resolvió cuestiones que no quedaban bien tipificadas en el convenio, sobretodo cuestiones de forma ante las empresas.
Hasta aquí lo positivo, lo que no me gusta del grupo es un exceso de censura encabezado por parte de los administradores, que a menudo hablan con gran vehemencia en sus publicaciones, llegando incluso a celebrar los jueves una especie de aquelarre en el cual se falta al respeto a personas que han sido expulsadas del grupo, aunque es por motivos justificados según las normas del grupo dictadas por los administradores. Sin embargo, en términos generales, de cara a los vigilantes de seguridad, el grupo es una fuente informal de asesoramiento, de publicación de videos sobre intervenciones, de crítica… Sobre todo, la parte más positiva a mi parecer es la difusión de cursos de formación, ofertas de trabajo y algunas publicaciones concernientes a la seguridad privada en España.
La parte con la que más crítico me siento respecto al Grupo Seguridad Privada en concreto (crítica siempre en sentido constructivo), es que se lamenta en el grupo la falta de movilización del colectivo a nivel de manifestaciones y de cohesión de los vigilantes, pero nunca he observado sobre la mesa ideas para la movilización del colectivo, ni propuestas de entidad de cara movilizaciones al margen de los sindicatos. En este sentido de falta de propuestas serias, además de la mera crítica con la falta de movilización del sector, es lo que creo que nos hace falta combatir a los vigilantes de seguridad privada, menos individualismo, menos hipocresía, menos lavandería, menos publicaciones con faltas de ortografía, menos comodidad, menos ignorancia y más pasar a la acción.
En conclusión, veo muy mal panorama para los vigilantes en un mes de marzo donde se ha destapado todo el asunto de la pandemia y decretado el Estado de alarma y en el cual, a pesar de todo, los vigilantes hemos estado en primera línea como siempre en nuestros servicios. Como en todos sitios, en la profesión hay mucha gente tóxica, pero también gente maravillosa, padres de família, hombres divorciados pasando pensión a sus hijos que quisieran mejorar, tener mayor formación y se encuentran bloqueados en una profesión en la que cuesta motivarse, porque pagan ridículamente mal, la han roto.

Por otro lado, la formación es pésima, con tan solo 20 horas anuales destinadas a ello y a menudo no retribuidas en las nóminas en concepto de formación (recordad que se nos considera personal no cualificado, eso sí, debemos detectar bombas en los filtros de personal y podemos detener a las personas). Muchos tendremos que hacer esa revolución, ese cambio dentro de nosotros mismos y terminaremos marchando del sector porque tenemos la voluntad, los estudios, la edad y pocas cargas familiares para poder hacerlo. Otros se quedarán obligados en una profesión a la que llegaron con muchas ganas, sabían que no se harían ricos, pero en la que inicialmente no se esperaban toda la miseria, explotación, falta de perspectivas profesionales y de realización profesional que les aguardaba en el camino.
Mientras tanto, yo, personalmente, me quedo con mi satisfacción de que lo he dado todo en el servicio día a día, haya ido mejor o peor y siempre trato de aprender de los errores cometidos. También tengo en cuenta feedback que me dan los usuarios de mi servicio de forma verbal o no verbal, obviamente, pero jamás he esperado la palmadita en la espalda, como muchos pobres de espíritu celebran en las redes sociales las palabras de turno del director general de la policía a la seguridad privada, que sólo van seguidas de la situación que todos y todas los trabajadores y trabajadoras de la seguridad privada conocemos en nuestro día a día.
Un abrazo a tod@s sin virus.