(Por SoySeguridadPrivada) – Aproximadamente un 15% de los trabajadores sufren situaciones de acoso laboral, y lo que resulta más sorprendente y alarmante, el 80% reconoce haber sufrido una situación de acoso en su trabajo a lo largo de su vida. Aún así, resulta llamativo que ni tan siquiera una décima parte lo denuncian, bien por desconocimiento, aceptación, o miedo a las posibles represalias.
*Fase de conflicto. Pasamos muchas horas en nuestro lugar de trabajo. Por tanto, se considera inevitable que aparezcan disputas interpersonales, a veces de forma sutil y que pasan desapercibidas. Cuando estas diferencias no se resuelven de forma apropiada terminan cronificándose.
*Fase de estigmatización. Esta etapa es crucial. Determina el comienzo de la dinámica del acoso propiamente dicho en la actividad laboral. Se caracteriza de ataques manifiestos y prolongados en el tiempo.
*Fase de intervención desde la organización. Lo más normal es que, dada la magnitud del problema y en el momento en el que la situación es conocida por la dirección, se tome conciencia y se adopte un conjunto de medidas dirigidas a paliar y revolver los acontecimientos. Lo más común es recurrir a bajas médicas, despidos, reubicación de puestos, etc. Sin embargo, esta fase suele no tener lugar.
*Fase de exclusión. Llegamos a este punto cuando las demás fases fallan. En el momento en el que no se toman las medidas adecuadas y la persona ya está muy mermada psicológicamente.
El trabajador ya no puede más y se aísla voluntariamente para no seguir sufriendo mobbing, o lo aíslan desde la empresa para no dañar al resto de trabajadores. Al final, el objetivo es que el trabajador acosado termine abandonando la organización.
¿Conoces algún caso de mobbing?. ¿Has sufrido en tus carnes acoso laboral?. ¿Quieres compartirlo?. Utiliza el formulario inferior y cuéntanoslo.
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