Tres historias de Vigilantes para reflexionar

(Por Vigilante Enfurecido) – Buenos días queridas/os. Hoy he pensado en contaros tres historias de Vigilantes. Historias recientes, que seguramente habréis escuchado por algún sitio. Mi intención es haceros reflexionar un poco, y alejaros por un momento del cómputo de las horas extras que tanto os preocupa mes a mes. No corren buenos tiempos en este perfil profesional de la seguridad privada. Y no tiene pinta de que la cosa vaya a mejorar. Para mi gusto y opinión personal, este oficio está herido de muerte, y será cuestión de pocos años ver como desaparece, como si de una estrella negra se tratase. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.  Cuestión de tiempo.

Cuchillo

Historia nº1: Un Vigilante de Seguridad resulta apuñalado en el pecho con un cuchillo de cocina cuando intentaba evitar el robo de unas maletas en la estación de autobuses Barcelona Nord. En el mismo lugar, y ante la gravedad de su estado, se le realizó un corte de hemorragia aplicando un parche torácico que le terminó salvando la vida. Los agresores fueron detenidos posteriormente por la Guardia Urbana. Este caso apenas tuvo repercusión en los diferentes medios informativos.

Un día cualquiera en Renfe Cataluña

Historia nº2: Un menor magrebí se cuela en un tren en la provincia de Girona. Cuando el revisor le descubre sin billete le dice que tiene que bajar del tren en la estación de Massanet y se requiere la presencia de los Vigilantes para este desalojo. El menor se niega, insulta, intenta agredir y robar la defensa a los Vigilantes que se ven obligados a reducirlo en el suelo una vez fuera del vagón. Varios pasajeros, como suele pasar siempre en estos casos, graban la trifulca con sus teléfonos, y varios medios «informativos» de la izquierda subvencionada por Pedrito, entre los que destacan La Sexta y la independentista TV3, muestran el vídeo de manera sesgada, con sólo las imágenes del menor reducido en el suelo por los VS, tildando la escena de «agresión de los vigilantes a un menor», y poniendo a este como pobre victima de racismo.

 

Historia nº3: Durante un evento musical atestado de gente, un Vigilante de Seguridad es amenazado por dos jóvenes de jovenlandia en un evidente estado de consciencia alterado por sustancias. El VS no les permite el acceso a primera fila del concierto en previsión de mayores problemas de orden público, y manteniendo el porte y la posición, resiste la andanada de insultos y amenazas, mientras reclama apoyo a varios compañeros por walkie. Cuando los compañeros acuden en apoyo, realizan un muro humano para impedir el acceso a estas dos personas, que siguen insultando y amenazando de manera muy agresiva a los VS. La situación cambia por completo cuando uno de los Vigilantes saca un spray en gel de pimienta y rocía breve pero certeramente el rostro de uno de ellos. Los de jovenlandia salen huyendo con los VS detrás. De un modo proporcional y sin más daños personales, los Vigilantes consiguieron resolver una situación que podría haberse puesto muy peligrosa de haberse descontrolado. Pero unos días después, una extraña «asociación» de Vigilantes que «pretende la mejora, defensa y reconocimiento de todos los trabajadores del sector» presenta una denuncia ante la Delegación del Gobierno por el uso «ilegal» de este spray de pimienta. Esto es, como se suele decir, tirarse piedras en tu propio tejado.

De mientras, las empresas de seguridad, ni están, ni se las espera en la defensa de sus trabajadores. Mientras ellas sigan cobrando su pasta gansa, quien paga manda. Los amiguitos sindicalistas, comiendo gambas y enlazando sus días sindicales con sus vacaciones de verano y que trabajen los nuevos. Los de FCSE mirando hacia otro lado con un ojo, encantados de no ser ellos los que reciben toda esta tralla, y con el otro ojo controlando que no nos pasemos ni un pelo en nuestras funciones si nos da por la defensa própia. Los políticos, sacando grados medios en seguridad que no van a aportar más Vigilantes nuevos al sector. Los medios de desinformación siguiendo en su tónica de tratarnos como imbéciles. Y el público en general, tratándonos como conserjes con porra de modo condescendiente, como si fuésemos simples esclavos que estamos ahí para darles la información que no se han molestado en buscar, o en llevarles de la manita a donde no saben llegar. 

El chusmeo campa a sus anchas sin complejos. La ley y el orden han desaparecido. Ya no sirve luchar en más batallas. Esta guerra se ha perdido. Proteged a vuestras familias y atrincheraos. Que Dios os proteja. Todo esto seguirá igual mientras seamos un gremio desunido, egoísta, egocéntrico, y sin capacidad de respuesta ante todo lo que nos está ocurriendo. Un gremio herido de muerte.

 

 
 

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