(Por Vigilante Enfurecido) – Buenos días queridas/os. Hoy he pensado en contaros tres historias de Vigilantes. Historias recientes, que seguramente habréis escuchado por algún sitio. Mi intención es haceros reflexionar un poco, y alejaros por un momento del cómputo de las horas extras que tanto os preocupa mes a mes. No corren buenos tiempos en este perfil profesional de la seguridad privada. Y no tiene pinta de que la cosa vaya a mejorar. Para mi gusto y opinión personal, este oficio está herido de muerte, y será cuestión de pocos años ver como desaparece, como si de una estrella negra se tratase. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir. Cuestión de tiempo.