(Por Civilis Securitatis) – Ayer comentamos que los delitos ejecutados por delincuentes en bandas organizadas son premeditados. Eso significa que tendrán un modus operandi organizado, en el cual tengan expuesta la confianza de su éxito. Estos perfiles constan de personas con antecedentes por hurto que acabaron desembocando en robo, actúan en grupo por lo que el lucro es mayor que si fuera un sujeto individual.
Tienen previa experiencia en robos, seguramente paso anterior por la cárcel, en caso de regresar a su cometido valorarán los motivos que les llevó ante la justicia (fallo en la no identificación) para no volver a cometerlos (romper cámaras, inhabilitar el sistema de seguridad, incluso el homicidio si realmente creen que han sido identificados…).
A parte de su experiencia muchos provienen de países extranjeros utilizando el crimen como modo de vida, no se descarta el perfil nacional más todavía si conoce o es experto en sistemas de seguridad, hackeo, contactos o pertenencia a instituciones públicas.
Recordemos que la familia Kennedy recurrió a la mafia para ganar mayoría en un estado determinado y así ganar las elecciones.
Rotura del factor ambiental: Todo aquello que cause una presencia en un determinado lugar donde no sea frecuente tal presencia. ¿Puede causar riesgo? ¿Es una amenaza?.
Vehículos ocupados en las inmediaciones, colillas múltiples en un determinado lugar catalogado «vulnerable» por el equipo de seguridad. ¿Buscamos la disuasión o esperamos a la detección?
Caso real: El personal de mantenimiento en un polígono avisó al vigilante de «ruidos» al llegar al origen encontraron la caja fuerte tumbada entre otras herramientas y daños (pruebas y efectos).
La mayoría de estas bandas solo utilizan la violencia en las cosas, pocas veces ante las personas, solo si el éxito depende de un sujeto pasivo ( extorsión, coacción…) o si son identificados.