(Por Enrique Gilabert Alejandre) – Cinco encapuchados asaltaron con violencia el MediaMarkt del centro comercial La Abadía, dejando a un vigilante herido. Este hecho vuelve a evidenciar la falta de medios y respaldo que sufrimos los profesionales de la seguridad privada. En plena negociación del convenio, se plantea que haya vigilantes solos, sin pareja, y que no portemos armas ni tengamos recursos mínimos de defensa. ¿De verdad alguien cree que un trabajador solo y desarmado puede hacer frente a situaciones como la de Toledo?. Eso no es ahorro ni modernización: es una exposición innecesaria al peligro.

Un convenio que reduce la presencia, la protección y la capacidad de respuesta no es avance laboral, es retroceso en seguridad. Ni el Estado ni las empresas pueden mirar hacia otro lado mientras se recortan medios y se multiplica el riesgo. La seguridad privada no puede basarse en la indefensión del vigilante. Somos la primera línea de protección y merecemos respaldo, medios y condiciones acordes a la realidad del servicio. Toda mi solidaridad con el compañero herido y mis deseos de pronta recuperación. Ojalá su caso sirva para abrir los ojos a quienes negocian desde los despachos, lejos de la calle donde nosotros sí nos jugamos la vida.
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