(Por Vigilante Enfurecido) – Hay reuniones que deberían retransmitirse por Netflix. El Acta nº 3 de la negociación del Convenio Colectivo de Seguridad Privada es una de ellas. Una tragicomedia en tres actos: los empresarios lloran, los sindicatos bostezan, y el vigilante —tú, yo, todos— sigue pagando la función con su espalda, su insomnio y su nómina.