(Por Antonio Rodríguez) – La violencia laboral psicológica, si se produce de una manera metódica y prolongada en el tiempo, se llama acoso laboral o «mobbing«. Este término fue acuñado por el doctor en psicología alemán Heinz Leymann en 1996, definiéndolo como psicoterror: el mobbing es una comunicación hostil y sin ética, dirigida de modo sistemático por uno o varios individuos, contra otro, en el ámbito laboral.
El acoso laboral puede ser:
· ascendente: cuando los subordinados lo ejercen contra su jefe
· horizontal: cuando se ejerce entre compañeros
· descendente o «bossing«: cuando tu jefe lo ejerce contra ti
El hostigamiento y las conductas abusivas pueden venir por diferentes vías: la desocialización del trabajador, la destrucción de la comunicación con la víctima, el vacío de responsabilidades, la falta de ocupación efectiva o la atribución excesiva de funciones que sobrecargan al trabajador.
Motivos que originan el «bossing«:
- el jefe quiere que el empleado renuncie voluntariamente a su puesto de trabajo para evitar la liquidación por despido improcedente.
- el jefe quiere que el empleado anticipe una jubilación a la que éste aún no está dispuesto a acceder
- el jefe quiere que el empleado pida un traslado del centro de trabajo y desaloje su puesto
Si en el ámbito laboral tu jefe te hiere, ataca o maltrata psicológicamente con frecuencia, si no te deja expresarte y cuando lo hace te interrumpe a menudo o apenas haber comenzado a hablar, si te aísla, te ridiculiza o critica tu estilo de vida o vida privada y si entorpece tu progreso, bloqueando tus iniciativas o propuestas, debes ser consciente de que estás en una situación de bossing o acoso laboral proveniente de tu superior. Y esto es denunciable.
El bossing es un problema profundo, que puede destruir la vida profesional y personal de un individuo, generando desde ansiedad y estrés hasta depresión y suicidio.
Antonio Rodríguez es psicólogo, coach, formador y conferenciante.