(Por Vigilante Enfurecido) – La situación de los Vigilantes de Seguridad en los servicios de Metro y Renfe en Barcelona empeora cada día a peor.
Criticados, insultados, agredidos, sin formación, sin medios adecuados, sin protección jurídica, y con empresas de seguridad y sus clientes mirando hacia otro lado ante las cada vez más frecuentes agresiones verbales y físicas a los VS.
Ante estas situaciones, lo peor es ver a los spielbergs del móvil. Esos que ven una agresión que ha dejado a un Vigilante inconsciente en el suelo, y lo único que saben hacer es sacar su móvil para grabar la dantesca escena para subirla corriendo a sus redes sociales. Hacerse viral te hace sentir socialmente importante por un día, aunque sea a base de publicar pura mierda y sucio morbo.
Treinta personas mirando una paliza de 45 segundos. Nadie hizo nada por ayudar. Pero sí que salieron unas cuantas grabaciones de ese momento. De auténtico espanto las conversaciones que quedaron grabadas del «respetable» público que observaba esa escena sin hacer nada.
Los Vigilantes somos grabados en cualquier intervención. Tanto si ejercemos nuestras funciones defendiendo y protegiendo a clientes y ciudadanía, como si estamos recibiendo una paliza que nos deja inconscientes en el suelo.
Es hora de que empresas y clientes tomen cartas en el asunto, en apoyo legal y jurídico a sus trabajadores, antes de que ocurra una tragedia.
Algo que, de seguir así, no tardará mucho en ocurrir.